El secretario de Gobierno relató los caóticos momentos que se vivieron durante el procedimiento que desbarató una reunión con unos 300 asistentes. “Si solo una de las personas estaba infectada sin conocerlo, esto puede hacer que en 15 días volvamos a los 100 o 150 casos diarios”, alertó.
Incredulidad y desazón son las principales sensaciones que experimentaron las autoridades municipales, judiciales y policiales que en la madrugada de este domingo presenciaron estupefactos la realización de una fiesta clandestina con alrededor de 300 personas en una vivienda del barrio La Milka.
Es que si bien por el trabajo de inteligencia realizado en los días previos esperaban encontrarse con una reunión multitudinaria, nunca se imaginaron la magnitud de lo que sucedió en esa casa de Drago al 1300 y mucho menos los incidentes que se produjeron cuando los presentes advirtieron la presencia de las autoridades, con personas escapando por los tapiales y posteriores agresiones al personal policial.
“Fue una locura lo que vivimos”, cuenta Damián Bernarte -secretario de Gobierno-, quien se mostró alarmado por la falta de compromiso de los jóvenes y explicó que si una sola de las personas que asistieron a la fiesta clandestina estaba enferma aun sin saberlo, esto puede generar una cadena de contagios que lleve a la ciudad nuevamente a los 100 o 150 positivos diarios.
“La situación superó todo lo imaginable. Teníamos conocimiento a través de una tarea de investigación que se estaba convocando por redes sociales a un evento que denominaban ‘Clande de disfraces – Halloween’. Fuimos siguiendo los contactos, de dónde venían las invitaciones, había que anotarse primero en una lista de invitados pero luego como los excedió la cantidad de anotados pedían hacerlo por privado. Esperábamos que fuera un evento grande pero no nos imaginábamos lo que finalmente sucedió”, expresó Bernarte.
Participaron del procedimiento inspectores del Area de Espectáculos Públicos, funcionarios de la Secretaría de Gobierno y policía de la provincia de Córdoba, además de personal de la Justicia. Conociendo de antemano lo que se estaba organizando, las autoridades municipales habían presentado la correspondiente denuncia penal.
“Al llegar nos encontramos con un inmueble que no podía albergar a 300 personas, pero sí tenía un patio grande. Se produjo una especie de estallido, gente que empezó a correr por todos lados, a saltar por los tapiales, a salir por donde pudieran. Era tanta la gente que había que superó cualquier análisis previo y cualquier cosa que se había visto hasta acá. Fue realmente una locura”, agregó el funcionario.
Bernarte contó que dentro de la fiesta no se respetaba ninguna medida de seguridad, había una gran cantidad de alcohol y menores de edad presentes.
“Gracias al compromiso de la policía y de la fiscalía dando las directivas, logramos la detención de 4 personas. Una de ellas era la que convocaba a la fiesta y las otras por resistirse a la autoridad”, explicó. Estas personas permanecían detenidas este domingo por la tarde.
El contexto caótico se completó con las agresiones de los jóvenes a las autoridades. “Una vez que ganaron la calle, sin entender que nuestra tarea tenía por finalidad terminar con un evento que pone en riesgo la salud de toda la ciudad, empezaron las agresiones con cascotes, botellas y lo que encontraban a mano hacia los vehículos de la policía municipal y de la provincia”, describió el secretario de Gobierno.
Fuente: La Voz de San Justo.